Primeramente vamos a conocer de que se trata: La liposucción es una intervención quirúrgica que consiste en la aspiración de la grasa acumulada y localizada mediante unas finas cánulas conectadas a una máquina de vacío. Para introducirlas sólo se requieren unas incisiones mínimas, por lo que las posibles cicatrices serán prácticamente imperceptibles. Generalmente, la operación se realiza con anestesia local y sedación, aunque puede variar según sean las características propias de cada paciente y del área a tratar.
Esta operación suele tener una duración aproximada de entre una a dos horas, y siempre debe llevarse a cabo en un quirófano y en clínicas acreditadas para garantizar todas las medidas de asepsia y seguridad. Una vez realizada la operación, se coloca una prenda compresiva que ayudará a la piel a ajustarse a su nuevo contorno corporal, que deberá llevarse durante unas cuatro semanas. Es normal que aparezcan hematomas e inflamación en la zona intervenida que irán desapareciendo paulatinamente.
Los masajes de drenaje linfático ayudan a este cometido.
Tal como ya hablamos veces anteriores, vamos a recomendar a la Corporación Dermoestética para que realicen allí el tratamiento en forma totalmente tranquila, donde además pueden realizar todas las consultas necesarias previas a la intervención, sin costo alguno.
2 comentarios:
Gracias por la info!
Genial!
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